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El Canal de Panamá es una de las rutas marítimas más importantes del mundo, por la que transitan más de 14.000 buques al año, conectando el océano Atlántico con el Pacífico. Sin embargo, esta vía de transporte se ha visto afectada por una severa sequía que ha reducido los niveles de agua del Lago Gatún, el principal reservorio que alimenta las esclusas del canal.

Ante esta situación, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha implementado una serie de medidas para ahorrar agua y garantizar el funcionamiento del canal, así como el abastecimiento de la población. Entre estas medidas se encuentra la reducción del calado máximo permitido para los buques que transitan por el canal, lo que implica que las navieras deben ajustar sus cargas o su peso para poder pasar por las esclusas.

Según la ACP, el calado máximo permitido se redujo de 14,33 metros a 13,41 metros desde el 24 de mayo, y se prevé una nueva reducción a 13,11 metros a partir del 29 de mayo. Además, se anunció la posibilidad de limitar el número de buques que pueden transitar por el canal cada día, dependiendo de las condiciones hidrológicas.

Estas restricciones tienen un impacto económico tanto para el canal como para las navieras, ya que implican una menor capacidad de carga y un mayor costo operativo. Según estimaciones de la ACP, cada centímetro de calado que se reduce representa una pérdida de ingresos de unos 15 millones de dólares al año para el canal. Por otro lado, las navieras deben pagar un recargo adicional por el uso del agua dulce del lago, que varía según el tipo y tamaño del buque.

Las navieras también deben enfrentar los desafíos logísticos y comerciales que supone la reducción del calado y la posible limitación del tránsito. Algunas opciones son redistribuir sus cargas entre otros buques, utilizar rutas alternativas como el Canal de Suez o el Cabo de Hornos, o trasladar parte de su mercancía por vía aérea o terrestre. Sin embargo, todas estas opciones implican un aumento en los costos de flete y en los tiempos de entrega.

Las medidas adoptadas por la ACP responden a una situación climática excepcional, que ha provocado una disminución de las lluvias y un aumento de la evaporación en la cuenca hidrográfica del canal. Según la ACP, se trata de la peor sequía registrada en los últimos 70 años, que ha llevado a los niveles más bajos del Lago Gatún desde su creación en 1914.

La sequía también es un reflejo del cambio climático, que está alterando los patrones meteorológicos y las precipitaciones en la región. Por ello, la ACP ha anunciado un plan estratégico para garantizar la sostenibilidad del canal y su adaptación al cambio climático, que incluye la construcción de nuevas infraestructuras hidráulicas y la optimización del uso del agua.

El Canal de Panamá es un activo estratégico para el comercio mundial y para el desarrollo económico y social de Panamá. Por eso, es fundamental que se tomen las medidas necesarias para preservar su funcionamiento y su competitividad, así como para proteger el recurso hídrico que lo hace posible.

Calibración del mercado de fletes: volúmenes, tarifas continúan en picada

Calibración del mercado de fletes.

El mercado de transporte marítimo de contenedores ha experimentado una serie de cambios drásticos desde el inicio de la pandemia de Covid-19 en 2020. La demanda de bienes se disparó debido al confinamiento y al cambio de hábitos de consumo, lo que provocó una escasez de capacidad y de equipos, así como un aumento sin precedentes de las tarifas de flete. Sin embargo, en los últimos meses se ha observado una tendencia a la baja tanto en los volúmenes como en las tarifas de transporte, lo que indica una posible calibración del mercado hacia un nivel más equilibrado y sostenible.

 

¿Qué dicen los índices?

 

Los índices que miden el comportamiento del mercado de fletes son una herramienta útil para analizar la evolución de la oferta y la demanda, así como las condiciones de competencia y rentabilidad del sector. Entre los más conocidos se encuentran el China Containerized Freight Index (CCFI) y el Shanghai Containerized Freight Index (SCFI), que reflejan las exportaciones de carga contenerizada desde China hacia diferentes destinos del mundo. Estos índices se expresan en puntos y tienen un valor base de 1.000 puntos en el año 1998.

 

Según los datos publicados por el Shanghai Shipping Exchange, el CCFI se situó en 987 puntos el 17 de marzo de 2023, lo que supone una caída del 1,3% respecto a la semana anterior y del 47% respecto al máximo histórico de 1.860 puntos alcanzado en octubre de 2021. El CCFI es un índice compuesto que incluye tanto las tarifas al contado como las contratadas a largo plazo, por lo que refleja mejor la tendencia general del mercado que el SCFI, que solo mide las tarifas al contado.

 

El SCFI también registró una baja el 17 de marzo de 2023, situándose en 995 puntos, lo que representa una disminución del 2% respecto a la semana anterior y del 64% respecto al récord de 2.785 puntos registrado en septiembre de 2021. El SCFI es un índice más volátil que el CCFI, ya que está sujeto a las fluctuaciones diarias de la oferta y la demanda en el mercado spot.

 

Si se analizan los índices por rutas individuales, se observan diferencias significativas entre los distintos mercados regionales. Por ejemplo, el índice de China al Sudeste Asiático se situó en 605 puntos el 17 de marzo de 2023, lo que supone uno de los niveles más bajos desde la creación del CCFI hace 25 años. Esto indica una fuerte guerra de precios en este mercado, donde la oferta supera ampliamente a la demanda. Por el contrario, el índice de China a Europa se mantuvo en 1.378 puntos el mismo día, lo que refleja una mayor estabilidad y rentabilidad en esta ruta.

 

Otro índice relevante es el World Container Index (WCI) elaborado por la consultora Drewry, que mide las tarifas promedio para contenedores de 40 pies en ocho rutas comerciales principales. El WCI se situó en US$1.790 por contenedor el 18 de marzo de 2023, lo que implica una caída del 1% respecto a la semana anterior y del 83% respecto al pico de US$10.377 alcanzado en septiembre de 2021. Sin embargo, el WCI sigue estando un 26% por encima del promedio de 2019, antes de la pandemia.

 

¿Qué factores explican la caída?

 

Según los expertos, hay varias causas que están influyendo en el mercado de fletes, entre las que se pueden mencionar:

– La menor demanda de consumo en los países importadores, debido al impacto económico y social de la pandemia y las medidas sanitarias restrictivas.

– La mayor oferta de capacidad por parte de las navieras, que han aumentado sus flotas y sus frecuencias para aprovechar las altas tarifas que se pagaban hasta hace poco.

– La normalización gradual de las cadenas logísticas globales, que han reducido los cuellos de botella y los retrasos que se producían en los puertos y otros puntos críticos.

– La guerra comercial entre China y Estados Unidos, que ha afectado negativamente al comercio bilateral y ha generado incertidumbre y volatilidad en el mercado.

– La competencia entre las rutas marítimas regionales e intercontinentales, que ha provocado una guerra de precios entre las navieras para captar clientes y mantener su cuota de mercado.

 

Estos factores han generado una calibración del mercado de fletes, que ha pasado de una situación de escasez y sobreprecio a una situación más equilibrada y competitiva. Sin embargo, esto no significa que el mercado haya vuelto a la normalidad pre-pandémica, sino que se ha ajustado a una nueva realidad.